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El sake de Fushimi

La bebida tradicional de Japón es muy conocida en todo el mundo. Es el sake, el vino de arroz de alta graduación alcohólica que tiene un sabor distinto depende de en qué región del país lo pruebes. Es decir, el sake es producido en todo Japón pero las destilerías le imprimen su propio toque así que no será el mismo sake el que pruebes en Kioto o en Niigata.

Por ejemplo, si vas de visita a la región de Fushimi-Momoyama, al sur de Kioto, podrás probar su particular variedad de sake. Esta es una región con abundantes manantiales subterráneos y por eso mismo su sake es de los mas famosos en el país.

Hay muchas destilerías que utilizan técnicas mas viejas o más nuevas para elaborar este vino de arroz tan complejo así que es un muy buen lugar para sentarse a beber un poco de sake después de recorrer templos, castillos y santuarios.

¿Cómo encuentras las destilerías? Pues fíjate que debe haber en la puerta del edificio una bola hecha con hojas de cedro japonés. Esta bola colgante es símbolo de que allí funciona una destilería así que es fácil deambular por el pueblo y dar con estos sitios que en su mayoría fueron construidos durante los períodos Meiji y Taisho. El agua subterránea de estos lares es rica en calcio y potasio y parece que eso la hace perfecta para la elaboración del vino de arroz. El sake de aquí se caracteriza entonces por ser sedoso, añejo y algo dulce.

Puedes visitar el Museo del Sake que funciona en el sitio de una de las destilerías mas antiguas. Aquí puedes degustar varios tipos de sake y llevarte para el viaje una botellita de 180 ml como souvenir. Lo bueno es que la exhibición también está en inglés.  Si después te entra un poco de sueño puedes pasear en bote por los canales en un tour de 45 minutos. Ideales para una «siesta alcohólica». El sake mas popular de Fushimi es el de la marca Kizaura, con museo y tour gratuito.

Información práctica:

. Cómo ir: si estás en Kioto tomas en tren JR, local, y bajas en la estación Momoyama después de 12 minutos de viaje.

Foto: vía iitokorone