Hanami, la fiesta del cerezo
No hay nada mas hermoso que estar en Japón al comienzo de la primavera. En serio, entonces nos damos cuanta cuantos cerezos hay en todos los rincones del país pues comenzamos a ver cómo florecen y la simpatía que sienten todos los japoneses por estas pequeñas y delicadas flores. Bien, que el cerezo no es un árbol autóctono de las islas japonesas, fue traído desde China hace muchos siglos, pero con el tiempo se ha convertido en uno de los símbolos de la cultura nipona presente en pinturas y hasta en cómics y dibujos animados.
La flor del cerezo marca el comienzo de la primavera en muchas zonas de Japón. Hay toda una cultura a su alrededor y muchos festivales se organizan en santuarios, parques públicos e incluso templos. El “Ume Matsuri” (festival del cerezo) arranca entre febrero y marzo cuando cientos de personas comienzan a salir a comer a los parques para celebrar esta época que se conoce también como hanami o “fiesta de la observación de las flores”. En general esta época tan colorida dura una semana sola así que hay que apresurarse para no perdérsela.
Lo usual es preparar un picnic bajo los cerezos en flor, algo muy bonito y romántico que es aprovechado por familias, amigos y parejas para pasar un momento agradable y tradicional donde en realidad se recuerda la prosperidad que renace después del frío invierno. En la época fría los pequeños arboles son apenas esqueletos grises y comunes, pero en la primavera se convierten en símbolos de la belleza absoluta.
La celebración en sí comenzó hace tiempo cuando el emperador Saga decidió celebrar fiestas en donde la corte imperial comía bajo los cerezos en flor, pero con el tiempo se extendió al pueblo en general y hoy los japoneses están muy atentos a las noticias meteorológicas para no perderse esta semana única. Preparan picnics y meriendas y algunos se quedan hasta que cae el sol y se encienden las luces que arrancan otros colores a los capullos blancos y rosados.
Los mejores sitios para no perderse esta fiesta son el Parque Koishikawa en Tokyo, el parque de Ueno cerca del barrio de electrónica Akihabara y por supuesto, la centenaria ciudad de Nara. No os vais a arrepentir: a fines de febrero, o como mucho comienzos de marzo, este es un evento que vale la pena.
Foto vía: jordiandreucorbaton

Categorias: Costumbres
hermosa costumbre