Ofuro, el placer del baño japonés

Ofuro

La primera cosa que me sorprendió en materia de costumbres japonesas fue en definitiva la que al final de mi primer viaje terminó por encantarme. En aquel lejano primer viaje, al final del primer día, mi amiga y yo estábamos deseosas de una ducha caliente para mimar al cuerpo antes de irnos a dormir pero grande fue nuestra sorpresa cuando fuimos al cuarto de baño

Sucede que las duchas estaban en un enorme salón azulejado y había que compartir el espacio con otras mujeres, japonesas todas, que estaban allí para lo mismo que nosotras: darse un baño. Sin embargo, para nosotras la sorpresa fue grande pues esperábamos duchas privadas y no ese enorme cuarto lleno de mujeres desnudas. Tal vez para los hombres no sea nada extraño ya que en los clubes y gimnasios esa es la costumbre, pero en muchas partes del mundo las mujeres son un poco mas pudorosas y no comparten tanto.

Bueno, no en Japón, así que tuvimos que acostumbrarnos a sacarnos la ropa, dejarla en un canasto, y caminar desnudas hasta allí dentro. Los baños japoneses tienen duchas occidentales, pero pocas, ya que en general se trata de duchadores de mano y bancos de plástico frente a un espejo donde la gente se enjabona y enjuaga. Después sí, si hay ganas, pasan al ofuro, la enorme bañera de agua caliente que es el centro del cuarto de baño.

Ofuro

Y la verdad, es estupendo. Uno se limpia todo y después se zambulle allí para conversar un poco y relajarse. El agua caliente afloja los músculos, aleja resfríos y nos deja como nuevos. En el antiguo Japón esta era la costumbre, que el baño diario fuera un ritual social que se compartía con amigos o familiares en los baños públicos o en los onsen. Con la llegada de las comodidades modernas cada casa pudo costear un ofuro privado y así los vemos hoy en muchos baños.

Yo he estado en varios hoteles y es moneda corriente. De mayor o menor tamaño, incluso me he metido en una bañera cuadrada con capacidad para solo 2 personas, pero ese relajo caliente al final del día no tiene igual. Me he relajado en un baño pequeño de un hostel de Nara, me he sentido una princesa en el de Yoyogi en Tokyo y me he sentido fantástica en el oforu del hostel de Shinshuko contemplando Tokyo de noche desde el piso 18 y con agua caliente hasta la barbilla.

Por eso, nada de vergüenzas a la hora del baño japonés. ¡Es lo mejor!

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Categorias: Costumbres


Comentarios (2)

  1. surfer dice:

    HEY MUY BUENO TU POST NENA, OYE PODRIAS DECIRME QUE HOTEL ES EL QUE MENCIONAS AL FINAL, EL DE SHINSHUKO!GRACIAS, ESPERO MAS POSTS;)

  2. Maru Relloso dice:

    Hola! El hotel no es un hotel sino un hostel que está en el edificio sobre la estación, en el piso 18. Es estupendo.