Chinoike, el manantial del infierno
Las aguas termales son muy comunes y populares en Japón. Comunes porque Japón es un archipiélago volcánico con gran actividad subterránea y populares porque desde siglos los japoneses utilizan estos estanques calientes como lugar de encuentro social y recreo.
La región que más manantiales de este tipo tiene en todo el país es Beppu, en la zona central de la isla Kyushu.
Aquí hay manantiales de todo tipo y una variedad en oferta para el turista: baños calientes comunes y corrientes, baños de lodo, baños de arena y baños de vapor, por ejemplo. Los Infiernos de Beppu, como también se los llama, son una serie de manantiales de agua caliente fabulosos que no puedes pasar por alto.
Entre estos «infiernos» está el Chinoike Jigoku, un estanque rojizo y caliente que es el más fotogénico de los nueve que forman el grupo. Es de ese color por la hematita que está depositada en el fondo del estanque. Varias veces han medido este color (en 1990, 1995 y 1996) y los resultados han demostrado que los depósitos rojizos están volviéndose amarillos debido a un incremento del sulfato de potasio e hierro.
Bueno, pero todavía estamos a tiempo de disfrutar de esta boca roja del infierno. La encontramos en la ciudad de Beppu, en la prefectura de Oita y ya tiene 1300 años de popularidad. ¿Por qué le llaman así? No por el infierno de Dante, eso seguro, sino porque se parece a una imagen del infierno budista.
La temperatura de las aguas es de 78ºC, bien calentita, y tiene una profundidad de 90 pies. Puedes ir a conocerlo y hacer una visita a dos o tres manantiales más en el recorrido, como por ejemplo el Tatsumaki Jigoku con su geyser de agua hirviendo que hace erupción cada 25, 30 minutos y el Shiraike Jigoku, un bello estanque blanco y caliente que parece hecho de leche.
Foto 1: vía Paul&Kelly
Foto 2: vía Twiga swala

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