Doraemon, un ícono japonés
Hay muchos personajes famosos de cómics japoneses. A esta altura muchos de nosotros ya los sabemos reconocer: Saint Seiya, Sailor Moon, Dragon Ball, Mazinger y los más modernos Naruto o Samurai X. La lista es interminable y cada año se suman más personajes e historias pues en Japón el cómic, manga, y la animación, anime, van de la mano en la generación de grandes y lucrativos negocios.
El cómic es un arte que está presente en todo el mundo, es cierto, pero no de la manera tan masiva y popular y sin importar la edad como en Japón. Con un desarrollo parecido al cómic del resto del mundo (en los periódicos, las revistas y el humor político), es después de la Segunda Guerra Mundial que empieza a crecer hasta convertirse en lo que es hoy: un fenómeno no solo japonés sino mundial.
De todos los personajes conocidos he elegido hablaros del que me observa en estos instantes entre las teclas de F8 y F9 del teclado de mi ordenador: Doraemon. Ya no sé de dónde salió pero me mira sonriente todas las mañanas cuando me siento a escribir. Es un icono en Japón y lleva décadas de popularidad.
Lo crearon Fujimoto Hiroshi y Motoo Abiko entre 1969 y 1970 (firmando Fujiko F. Fujio), y no es otra cosa que un gato robot de color azul que viene del futuro para ayudar a un chico, Nobita Nobi, y evitar así que sus descendientes mueran pobres en el siglo XXII. A Doraemon le gustan mucho los dorayakis, unos pasteles dulces y redondos, y de allí deriva su nombre.
Estos descendientes son los que envían a Doraemon al pasado pero como no tienen dinero el gato robot es bastante defectuoso y no muy inteligente, aunque sí es muy tierno y siempre sabe sacar de su bolsillo ingenios del futuro para resolver la vida de Nobita. Mangas hay muchos, es como que la historia no tiene fin, y el anime es de los años ’70 y tiene mas de 1000 episodios y muchas películas.
Los creadores ya han muerto pero su obra sigue vigente y yo la recuerdo todas las mañanas cuando bajo mi vista a la hora de golpear las teclas. ¡Larga vida a Doraemon! Y si vas a Japón, por favor trae de regreso algo, cualquier cosa, de todo el merchadinsing que hay de este simpático y omnipresente personaje.
Foto 1: vía Tesltar Logistics
Foto 2: vía Kemular

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