Una visita al Santuario Atsuta

santuario atsuta

Estando en Tokio te puedes tomar el shinkansen y descender en Nagoya en poco tiempo. También puedes venir directamente desde Nagoya. Aquí puedes recorrer la ciudad, conocer el castillo y pasear un rato pero procura no dejar de visitar el Santuario Atsuta.

Se trata de un santuario de la religión sintoísta, la primera religión japonesa anterior al budismo (con la cual ha logrado convivir miles de años). Se cree que este lugar se estableció bajo el reinado del emperador Keiko (del 71 al 130) y se lo conoce comúnmente como Atsuta Sama o venerable Atsuta.

Este complejo de 200 mil m2 que recibe millones de visitantes todos los años siempre ha sido un sitio muy reverenciado. Una de las antiguas crónicas japoneses dice que este lugar guarda una de las joyas imperiales, la espada sagrada de Susanoo. De acuerdo a ciertas fuentes Yamato Takeru era poseedor de varias reliquias, entre ellas la espada, y a su muerte todo fue trasladado a este santuario.

Los edificios del santuario son mantenidos con donaciones de muchos benefactores y esto ha sido así a lo largo de toda su historia. Figuras tan importantes como el primer unificador de Japón, Oda Nobunaga o el shogun Toyotomi Hideyoshi o mismo la familia Tokugawa siempre se han incluido en esta lista.
Como santuario sintoísta está dedicado a la veneración de Atsuta no Ookami y claro, se conecta con las narraciones legendarias de la espada sagrada. De ella se han hecho muchas réplicas para salvaguardar la original, aunque esto no pudo evitar que un día fuera robada.

Desde su aparición, la espada fue devuelta, no se exhibe al público aunque se dice que permanece en este santuario. No la puedes ver, pero sí puedes disfrutar de miles de reliquias que forman parte del Tesoro Nacional de Japón.

Foto: The World

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