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La belleza tropical de las Islas Ogasawara

¿Playas de arenas blancas en Japón? Claro, siempre está Okinawa y sus bellezas naturales. Pero no solo las encuentras en Okinawa. A unos 1000 kilómetros de Tokio, rumbo sur, están las Islas Ogasawara. Se trata de un puñado de 30 islas de clima tropical que descansan en las aguas del Pacífico, que cubren en total una superficie de 73 km2 y que desde julio de este año son Patrimonio Mundial según la UNESCO.

¿Por qué? Porque su flora y su fauna han sido protagonistas de un proceso de evolución único ya que las islas jamás han estado conectadas al continente. Algo así como las Islas Galápagos de Oriente.

En japonés se las conoce como Ogasawara Shoto y en inglés son la Islas Bonin. Se trata entonces de islas de origen volcánico y solo las dos más grandes están habitadas. ¿Cómo llegas? Pues la única manera es tomar un ferry que tarda unas 25 horas en llegar desde Tokio y hace el viaje una vez por semana.

Los paisjaes tropicales son similares a los de la bella Okinawa porque las islas Ogasawara están en la misma latitud. Hace calor todo el año, tienen hermosas playas, colinas ondulantes cubiertas de verde vegetación y ofrecen a sus ocasionales visitantes mucho para hacer: aquí puedes salir en bote a observar ballenas y delfines, bucear en arrecifes de coral, caminar, pasear en kayak o relajarte en una playa lejana y vacía. ¡Qué tentador! Lo cierto es que si vas a Japón con mucho tiempo yo me daría una vuelta por aquí. Lástima que la conexión con Tokio se limite a una vez por semana, eso sí.

Las islas pasaron a ser japonesas oficialmente en 1875 pero ya habían sido descubiertas en 1593 por un explorador japonés. Durante la Segunda Guerra Mundial las islas sirvieron como bases militares. La lejanía supone, eso sí, que debas contar siempre con dinero en efectivo, yenes, porque las tarjetas de crédito no son muy aceptadas. La cobertura móvil es algo pobre e Internet lo mismo pero… cualquiera de las dos islas habitadas, Hahajima o Chichijima, son preciosas.