Qué ver en Hiraizumi

Hiraizumi

La historia del pequeño pueblo de Hiraizumi, otrora una importante ciudad, nos habla de la ambición de poder y de la rivalidad entre dos hermanos. A finales del siglo XII, todavía durante la Era Heian, Hiraizumi era una próspera ciudad (comparable a Kyoto), pero quiso la desgracia que los hermanos Yoritomo entrasen en su historia.

Minamoto Yoritomo consideraba a su hermano menor Yoshitune como una amenaza a su carrera política, y sabiendo que éste se hallaba oculto en la ciudad de Hiraizumi no tardó en ir a asesinarlo. No contento con ello, decidió vengarse de la ciudad que le había dado cobijo, mandó a sus hombres a destruirla y prenderle fuego. Desde entonces, Hiraizumi no ha vuelto a recuperar su perdida gloria, pero si que nos han quedado algunas trazas de su época de mayor esplendor. De hecho, actualmente se está evaluando la posibilidad de incluirla en la lista de Patrimonios de la Humanidad.

Hoy en día, Hiraizumi es uno de los más importantes lugares turísticos de la región de Tohoku, y guarda para sus visitantes tres joyas arquitectónicas: el Templo Motsuji, el Templo Chusonji y el Takadachi Gikeido. Si queremos viajar hasta aquí, debemos tomar el Japan Rail Tohoku Shinkansen desde la estación de Ichinoseki, desde donde nos llevará poco más de 5 minutos en llegar.

El monumento conmemorativo de Takadachi Gikeido fue erigido en honor al hermano pequeño de los Yoritomo, tras su cruel asesinato. La efigie de Yoshitune se encuentra a un cuarto de hora a pie hasta Chusonji desde la estación de Hiraizumi.

El Templo Chusonji, situado a unos 25 minutos a pie desde la estación, fue erigido en el año 850 por miembros de la familia Fujiwara, y aunque originariamente constaba de muchos más edificios y anexos, los trágicos acontecimientos del pasado no dejaron mucho en pie. En su interior nos encontramos con el impresionante Konjikido, también llamado el Pabellón de Oro por estar recubierto de pan de oro, precediendo al templo interior donde descansan tres altares, mientras que en el altar central descansan los restos de tres jefes familiares. La entrada cuesta 800 yenes y puede ser visitado entre las 8:00 y las 17:00 (en horario de verano) y desde las 8:30 hasta las 16:30 (en los meses de Noviembre a Marzo).

Por otra parte, tenemos el Templo Motsuji, también construido en el año 850, aunque es más famoso por la belleza de sus jardines que por su interior. De hecho, nace de la idea Budista del edén o paraíso, recreado mediante el estilo Jodo. La entrada a los jardines y el Templo Motsuji es de 500 yenes, y puede ser visitado entre las 8:00 y las 17:00 horas (en horario de verano) y hasta las 16:30 entre Noviembre y Abril). Está a unos 6 o 7 minutos andando desde la estación de Hiraizumi.

La cueva de Takkoku-no-Iwaya se encuentra en el sendero que conduce hasta el barranco de Gembikei y el templo que alberga en su interior data del siglo IX. En sus proximidades hay una figura de Buda tallada en una gran roca, aunque dicha imagen fue labrada dos siglos después de la construcción del templo. La entrada cuesta 300 yenes y puede ser visitado desde las 8:00 hasta el anochecer (16:30 durante el verano y hasta las 18:00 en invierno). Se encuentra a un cuarto de hora en coche desde la estación.

Foto vía: lamijapan

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