El Periodo Hakuhō
Ya en los últimos tiempos del Periodo Asuka, cuando el príncipe Shotoku falleció en el año 621, comenzó a despuntar en la corte el clan Soga, que poco a poco consiguió afianzarse en los puestos de poder, resultando una incipiente amenaza para el poder del Imperio. Unos años después, en el 465, el príncipe Naka no Ōe decide cortar de raíz esta amenaza mediante un complot para terminar con la vida de Soga no Iruka, líder del clan, durante una recepción que celebraba éste con la Emperatriz Kōgyoku. Esto provocó no sólo la disolución del clan, sino también que la emperatriz renunciase al trono en favor de su hijo, quien sería conocido a partir de entonces como el Emperador Kōtoku.
Unidos el príncipe y el emperador con Nakatomi no Kamatari (a quien después se llamaría Fujiwara, nombre que después llevaría su clan), se escriben una serie de leyes conocidas como Reformas Taika, cuya meta es afianzar el poder del gobierno central, además de imponer determinadas reformas en el sector agrario y reformar la corte imperial para seguir el estilo chino de la Dinastía Tang. A tanto llegaba este afán que fueron enviados emisarios y estudiantes con la misión de captar lo mejor posible el espíritu y las sutilezas de la forma de gobierno de China. Esta época es llamada Periodo Hakuhō.
Cuando estas normas entraron en vigor, muchos terratenientes y clanes perdieron la mayor parte de su influencia, quedando su condición equiparada a la de los burócratas de elevada posición, pero apenas con poder real. Para apoyar a Corea en su conflicto con la dinastía China, los japoneses enviaron tropas en 3 ocasiones en auxilio del reino de Paekche entre los años 661 y 663, pero estos esfuerzos desembocaron en una de las más humillantes derrotas que ha sufrido Japón. Las pérdidas superaron los 10.00 hombres, así como numerosas embarcaciones.
Debido a la creciente preocupación de los japoneses por una posible invasión por parte de la alianza China-Silla, se censó a la población con objeto de preparar un ejército defensivo. también se procedió a fortificar ciudades, costas e islas como Tsushima e Isla Iki. Sin embargo, los preparativos bélicos fueron parcialmente descuidados al fallecimiento del Emperador Tenji en el 671 y de la lucha entre sus dos descendientes que duró hasta el año 684.
El recién llegado Emperador Tenmu decretó la obligatoriedad de ir armado para los oficiales tanto militares como civiles, además de que debían tener conocimientos de artes marciales. Estas reformas en cuanto a lo militar, duraron hasta el año 702, cuando se consiguió formar un ejército disciplinado, estable y sobre todo numeroso, muy al estilo de China. Los soldados debían alternar su disciplina militar con trabajos en el campo durante varios meses al año.
Foto vía: apetitosdelabuza

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