Shodo Shonin y el Puente de Shinkyo
El monje budista Shodo Shonin es el artífice de la fundación de los templos ubicados en Nikko, aunque tristemente todo lo que sabemos de él procede de leyendas, ya que ningún historiador de la época emprendió la tarea de escribir su biografía. Y hubiera sido más que merecida la crónica de su vida, ya que fue uno de los más importantes impulsores del budismo en el Japón de los siglos VIII y IX, y tras su fallecimiento en el año 817, fue enterrado en el templete de Kaizan-do, dentro del territorio del Parque Nacional de Nikko.
Su leyenda comienza en el año 766, durante el Periodo Heian, mientras Shodo se encontraba recorriendo Nikko a la búsqueda de un lugar apropiado para erigir el primer templo budista de la región, y de hecho lo encontró, pero de su destino se separaba el río Daiya.
Shodo imploró a los dioses para que le permitiesen cruzar las aguas, y tras unos instantes de espera surgió del lecho del río un gigante que le ayudó a llegar a la otra orilla, utilizando dos enromes serpientes (una azul y la otra verde) para tenderle un puente. Nada más poner el pie en la orilla del Daiya, tanto el gigante como las dos serpientes se desvanecieron, así quedó libre para ponerse manos a la obra en la fundación del templo.
La historia del Puente de Shinkyo, como se conoce a esta leyenda, se ha convertido en uno de los mitos más populares de Japón, y por todo el territorio nacional hay monumentos en honor a Shodo Shonin, y a su gran contrbución de expansión del budismo por Japón.
Foto vía: J Darrel Martin

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