Calles Ninenzaka y Sannenzaka, maravillas en Kioto
Kioto es una ciudad antigua y si quieres sentirte en el Japón medieval no hay como caminar por sus calles. Eso es lo que tiene Japón que me gusta tanto. Uno puede adorar el ritmo de Tokyo y su modernidad pero las ciudades alejadas de la capital conservan un aire antiguo sin igual. Y no quiero decir que Kyoto no sea una ciudad moderna y vibrante, peor todavía podemos encontrar en ella sitios como éste.
Además de los tantos templos que la caracterizan hay dos calles que debemos recorrer: la Ninenzaka y la Sannenzaka. Se trata de calles pavimentadas con piedra a cuyos lados hay tiendas de madera, reflejos del viejo Kyoto y de la higashiyama bunka o cultura de la montaña del este, debido este último nombre a lo cerca que está de las montañas Higashiyama.
El distrito Ninenzaka es hoy un sitio protegido desde el punto de vista arquitectónico, un área preservada debido a que alberga estructuras históricas tales como la casa del pintor Yumeji Takehisa.
Bien, que la calle Nizenzaka comienza en el memorial Ryozen Kannon y se conecta con la Sannenzaka un poco mas lejos, sobre la colina. Su cuesta es la ruta favorita de todos los peregrinos que quieren llegar al templo Kiyomizu-dera y de los turistas, vale decirlo, también. A esta zona también se la conoce como «Nene-no-saka», desde que Kita- no-Mandokoro, la esposa de Toyotomi Hideyoshi siguiera la misma ruta rumbo al templo Kodaji.
Las calles de Nene-no-Saka son bastante estrechas así que aquí no entra un solo coche, ni siquiera tirado a caballos, tan solo gente a pie, y a ambos lados se apretujan tiendas de artesanías, cafeterías, cerámica típica para la ceremonia del té y puestos de comida. En verdad, es muy pintoresco todo.
Bien, que el mejor momento para recorrer esta zona es temprano en la mañana ya que después la presencia de gente local y turistas es mucho mas numerosa. No te pierdas el Museo de Artesanías Kiyomizu Sannezaka con cerámica.

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